Ayer por la noche, nos convocaron a todos los terrícolas a un apagón para protestar por el cambio climático. Que bien, todos juntitos apagando la luz un ratito, para poder contarlo en la próxima cena con los amigos, y que así vean, que yo sí que me preocupo por mi planeta. Eso sí, luego en mi casa, me como los kwh con patatas cada vez que puedo. A ver si no voy a poder hacer en mi casa lo que me de la gana.
No tengo nada en contra de quien lo convócó (WWF), entre otras cosas porque no los conozco, pero este tipo de inicativas, creo que solo sirven para que la gente cure sus conciencias de sus pecados energéticos, y no para otra cosa.
Me hace gracia ver como muchos ayuntamientos, se apuntan por unos minutos a apagar la iluminación de sus monumentos, cuando el resto de noches del año los iluminan con los focos a tope, en lugar de por ejemplo colocar iluminaciones de menor consumo, que además de ayudar más al planeta, también reduciría sus deudas, que al final las pagamos todos.
En cuanto al cambio climático, creo que a todos nos preocupa (salvo algún despistado que todavía lo niega), pero que en el mundo real, lo único que realmente puede cambia las cosas es el dinero.
A pesar de todo soy optimista, pero porque con el futuro que nos espera, lo más rentable para nuestros bolsillos va a ser el ahorro energético, y con las subidas de los próximos años de las tarifas de las energías convencionales, las renovables se van a tener que imponer, pero no por conciencia, sino por la pasta.
Porque no nos engañemos, si quedara petroleo barato para otros 4 o 5 siglos, los humanos acabaríamos todos respirando con mascarilla, que además se la tendríamos que comprar a alguna multinacional. Así que, va a ser sólo gracias a que el petroleo se acaba, que el cambio climático podrá no ser tan desastroso, pero no por que la conciencia medioambiental se vaya a apoderar de todos nosotros.
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