El Sr. Gabriel Calzada es el presidente del Instituto Juan de Mariana, de conocida prefencia ultraliberal, y entre otras cosas, negacionista aferrimo del cambio climático, y sospechosamente próximo a los lobbys petroleros.
Pues bien, este señor acabada de publicar un estudio (o más bien panfleto) titulado "las energías renovables destruyen empleo". Está claro que si quien te encarga el trabajo, es ni más ni menos que el lobby norteamericano del petroleo, además de hacerlo en inglés, tendrás que complacer a quien te da de comer. Los planes de Obama para relanzar las renovables les están poniendo nerviosos, y han comenzado su ofensiva mediática.
Así pues, era simplemente cuestión de buscar un titular impactante (lo ha conseguido), y después disfrazarlo de datos manipulados y medias verdades (también lo ha conseguido).
Uno de los argumentos, se basa en afirmar que si el dinero que se ha destinado a las renovables, se hubiera dedicado a otras industrias, la cifra de empleos generados hubiera sido mucho mayor. Especulaciones gratuitas, porque si por ejemplo de haber ido a la construcción, cuantos puestos se hubieran creado, si nos sobran casas.
Las renovables tendrán sus cosas buenas y cosas malas, como todo, pero lo que está claro es que en lo últimos años han creado muchos empleo, además de empresas de alto nivel tecnológico que ahora se exporta a otros paises. Son proyectos que requieren equipos multidisciplinares, con personal técnico para el diseño y ejecución, mano de obra directa para instalaciones, supervision, seguridad,además de comerciales, financieros, abogados, etc. Es más, yo diría que lo que se ha creado es una industria nueva y con una importante proyección a medio y largo plazo.
Por hablar de otros beneficios, como medioambientales, independencia energética, etc.
También, me gustaría preguntarle, que opina de todo el dinero que los gobiernos han dado a sus amigos de las entidades financieras, como premio por haber traido una de las mayores crisis mundiales. Cuanto empleo se podría haber creado con ese dinero.
Supongo que habrá cobrado un buen dinero por su trabajo, aunque me queda la duda de si realmente se cree lo que ha escrito, en cuyo caso demostraría un nivel profesional como economista bastante limitado.
Mirando el lado positivo, las renovables hasta hace poco eran simplemente ignoradas o despreciadas en los USA, parece que las cosas van por el buen camino, cuando los petroleros empiezan a considerarlas como un enemigo incómodo.
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